jueves, 30 de marzo de 2017

ETERIALIDAD

En el instante, provoco la imaginación. Me meto rápido a ese mundo fabuloso. Voy ya por un espiral de cristales. Todo es de colores azules y blancos. Lo que atravieso es genial, su complejidad me impresiona las vistas. Eso viajo a una velocidad vertiginosa. Las esferas, que por aquí bailan, se revuelven como masas acuosas. Entre ellas, se fusionan y crecen a lo grande. En simetría, hacen evolución. Mientras tanto, yo sigo por el conducto de eclosiones, cada vez yendo más hacia lo creador como hasta lo innovador.
Ya de repente, caigo en un laberinto de telarañas. Veo el nuevo sitio como extenso. A lo curioso, recorro sus pasadizos. Un poco me enredo en los telares. Con esfuerzo agito las manos y consigo zafarme. Sigo igual explorando los espacios. Por ahí aparecen varias manchas de intensidad. Unas son estáticas y otras son fosforescentes. Estas dimanan entera purificación. Sus formas oblicuas, me invitan a ir a los otros lados para mejor contemplar estas abstracciones.
Entonces, me muevo hacia adelante, voy para allá. Ando sabiamente por entre los hilos y avanzo traspasando un cúmulo de fluidos. Esto lo hago a fiel convicción. Más a denuedo, persevero por este camino con curvas, sin cansancio ni renuncia.
  A propósito, acabo de encontrar unas rocas, entre varios escarabajos de plata. Yo en verdad, que estoy fascinado con este paraje, personalmente no me lo esperaba. En entera plenitud, lo curioseo durante un tiempo. Creo bello el campo con sus insectos. Se siente hasta la encantación. Las mismas criaturas, saltan sobre las piedras, renacen en la conjunta concordia. Clara, toda esta invención es majestuosa.
Ahora bien, yo tomo una bocanada de aire y animado recomienzo la marcha hacia el próximo paisaje.
Por lo pronto, sabio aparezco en el nuevo espacio y por aquí, vislumbro concepciones, que son esculturas como faunos. Estas obras de arte son magníficas. En general acrisolan la dimensión. Además de todo, descubro la puerta del laberinto, cual es como un rombo. Por tal motivo, voy hasta allá con predilección. Apresuradamente atravieso un sendero y ahora quedo frente a la salida. Entonces; yo decidido, giro el picaporte, empujo la geometría y asombrado, comprendo que llegué a la mansión de los iluminados.  

Rusvelt Nivia Castellanos
Comunicador social y
artista colombiano

No hay comentarios:

Publicar un comentario