jueves, 30 de marzo de 2017

ETERIALIDAD

En el instante, provoco la imaginación. Me meto rápido a ese mundo fabuloso. Voy ya por un espiral de cristales. Todo es de colores azules y blancos. Lo que atravieso es genial, su complejidad me impresiona las vistas. Eso viajo a una velocidad vertiginosa. Las esferas, que por aquí bailan, se revuelven como masas acuosas. Entre ellas, se fusionan y crecen a lo grande. En simetría, hacen evolución. Mientras tanto, yo sigo por el conducto de eclosiones, cada vez yendo más hacia lo creador como hasta lo innovador.
Ya de repente, caigo en un laberinto de telarañas. Veo el nuevo sitio como extenso. A lo curioso, recorro sus pasadizos. Un poco me enredo en los telares. Con esfuerzo agito las manos y consigo zafarme. Sigo igual explorando los espacios. Por ahí aparecen varias manchas de intensidad. Unas son estáticas y otras son fosforescentes. Estas dimanan entera purificación. Sus formas oblicuas, me invitan a ir a los otros lados para mejor contemplar estas abstracciones.
Entonces, me muevo hacia adelante, voy para allá. Ando sabiamente por entre los hilos y avanzo traspasando un cúmulo de fluidos. Esto lo hago a fiel convicción. Más a denuedo, persevero por este camino con curvas, sin cansancio ni renuncia.
  A propósito, acabo de encontrar unas rocas, entre varios escarabajos de plata. Yo en verdad, que estoy fascinado con este paraje, personalmente no me lo esperaba. En entera plenitud, lo curioseo durante un tiempo. Creo bello el campo con sus insectos. Se siente hasta la encantación. Las mismas criaturas, saltan sobre las piedras, renacen en la conjunta concordia. Clara, toda esta invención es majestuosa.
Ahora bien, yo tomo una bocanada de aire y animado recomienzo la marcha hacia el próximo paisaje.
Por lo pronto, sabio aparezco en el nuevo espacio y por aquí, vislumbro concepciones, que son esculturas como faunos. Estas obras de arte son magníficas. En general acrisolan la dimensión. Además de todo, descubro la puerta del laberinto, cual es como un rombo. Por tal motivo, voy hasta allá con predilección. Apresuradamente atravieso un sendero y ahora quedo frente a la salida. Entonces; yo decidido, giro el picaporte, empujo la geometría y asombrado, comprendo que llegué a la mansión de los iluminados.  

Rusvelt Nivia Castellanos
Comunicador social y
artista colombiano

A LA PESCA DE UN LUCERO

A la luz del amanecer, cabalgando sobre el vaivén de las olas del océano Atlántico, por las costas de las Bahamas, una lancha con motor fuera de borda, con cuatro pescadores y un poeta, regresaron de sus labores cotidianas de pesca. Bajo la luz de la luna, dos luceros parecían acompañarlos. Al dirigir la embarcación a la luz, una sirena exhibía incandescentes destellos en los pezones. Con sorpresa, los pescadores observan como el poeta en forma misteriosa es lanzado al agua, en medio de la tempestuosa mar. Eolo celoso, con su furia lo consume en las tinieblas oceánicas, con sus épicos vientos. La amorosa sílfide desafía las simas borrascosas, para rescatar los versos del poeta de sus sueños, lo cobija con sus brazos, adhiriéndolo a sus pechos con pezones de diamante. La luz diáfana le permite al rapsoda respirar en el océano. La lucha por conservarlo entre sus senos, desafiaba la muerte de ambos. Invocando a Poseidón, su protector, pronto se desató una lucha con furia titánica entre los dioses. Al mismo tiempo, la mar se crispó de olas gigantescas, Poseidón, asiendo a Eolo, lo sumergió donde los vientos perdieron su furia. Mientras, la sirena con la venia de Poseidón, condujo al poeta a los arrecifes donde mora en el fondo marino. Canta en el silente azulado de rocas coralinas, la oración a Poseidón. La magia de su canto abre la entrada abismal de su morada. En su castillo de rocas purpúreas, con lecho mullido de algas de todos los colores, muebles en rocas con incrustaciones de diamante, complementan su mundo.
   Ahora ella descansa en una silla, mitad pez mitad humana, mientras él está bajo una rompiente arqueada. Con los acordes de su quejumbroso saxo, le cuenta sobre su soledad marina. En copa labrada de zafiro, cuyos bordes brillan con iris trémulo, le ofrenda el vino negro, extraído de la sangre del tiburón plateado. Luego se levanta ella, le enseña la colección de diamantes que luce en sus pechos, cada noche. De su colección secreta, le regala uno por cada verso que le cante al acompañamiento del jazz de sus amores, para que redima con sus destellos a un niño de las zarpas de la guerra.
   Y se libera Eolo; con su encanto, consigue quitarle el poeta a la ninfa, quien yace soñando junto al poeta loco, que inspira sonetos áureos y resplandecientes rimas. Cuando claro, Beodo entre la embriaguez, llega ante Poseidón y por lo que pasa, luchan estos dioses y producen el huracán Katrina, lanzando los náufragos y al poeta a las playas de Luciana, devastando a la ciudad del saxo, Nueva Orleans.  

José Nivia Montoya
Maestro de Matemáticas y
artista colombiano

DEL MINICUENTO EN TIEMPOS DE ESCLAVITUD

Demasiadas obras concluyen
mucho después del final.
Igor Stravinsky

En verdad, nosotros debemos saberlo, los hombres y mujeres todavía vivimos en un mundo demencial. Evidentemente, pasan y repasan las noches infinitas ante nuestras vistas y nosotros de incrédulos, seguimos metidos en pequeños laberintos. Sin concierto aquí, los objetos se nos vuelcan al revés, las deshoras las sufrimos en cavernas, nos perdemos en la vacuidad y mal nos esforzamos por permanecer en la inanición superflua.
Para lo otro indiscutible, la mayoría de la gente, hoy no cree en lo maravilloso. Como acabose descomunal, son pocos los lectores quienes se arriesgan a estudiar libros clásicos. Más muy cierto, son demasiadas las personas sin fortuna, que no leen nada. Y esta crisis mental, sucede porque las personas iletradas en su vida social, dicen gritar que los libros los enloquece a ellos, si constantemente se ponen a examinarlos.
 En medio de esta ignorancia, por tanto, devienen variados fracasos para esta gente atormentada. Nomás ahora en la modernidad, los civiles mantienen a cada momento estresados, trabajando a solas en sus máquinas cuadráticas. Sobre lo rabioso, nadie aspira a sacar más de una tarde para irse a un parque y crear relatos en estado de tranquilidad. En decrecimiento, los compatriotas permanecen enfermos con sus codicias efímeras. Por este defecto, pocos seres viven el divertimento, debido a ser más indispensable el dinero con la riqueza, que hasta la misma vida humana. Decaídos y sin paz, ellos van con la mentalidad hipnótica, sin ir despiertos con la magia de las ilusiones. Igual a lo patético, la gente casi no visita las bibliotecas ni por equivocación. Es este horror el más común, que uno descubre en las ciudades sin futuro.
Aunque bueno, pese al desorden cultural de nuestra humanidad, resurge el aludido minicuento y perdura este regenerado en la infinitud, porque pudo haber existido en otras fantasías, aparte de haber evolucionado como el dinosaurio.
En cuanto a su función como texto, lo intuyo igual a un ser luminoso, que logra desdoblarse en pocas palabras, cuando decide obrarlo un escritor artístico. Así es que aquí rebulle la naturaleza de su alma y es en la brevedad. Este regenerado como lo escribiría Rafael Pombo, vive además en una narración fugaz, donde la ficción acaba por ser su eternidad. De este modo, su cuerpo es como un mutante, que puede variar de colores, según el imaginario pensado por el creador. En sí, se pude relatar la historia, contándola desde una información novedosa, con la crónica o con el reportaje, también puede realizarse desde el cuento y hasta con la poesía. Por esta razón, su lirismo escritural, se parece a un mutante de arcoíris. A renacimiento, cada vez mejor, puede tomar el minicuento las estructuras textuales cualesquiera existentes, para luego moldearlas con los personajes de la realidad mágica.
Entonces claro, por esta desesperación mundial, sabida entre los ciudadanos, prevalece entre los escritores la necesidad por crear escritos breves y minicuentos. Este revoltoso de la literatura, bien ahora se ha vuelto más popular que nunca antes, por ser infalible cuando es realizado con artística, mediante la literalidad fugaz.
Además de todo, hoy se origina tal particularidad, porque la gente obcecada, vive metida en los espejismos del capitalismo, fuera de que reincide en su estresante rutina, permanece ocupada de frente al computador. Debido a esta realidad, los individuos casi no sacan tiempo para las lecturas fantásticas ni mucho menos para apreciar las bellas artes. Ellos mantienen es perdidos en los laberintos de su desconcierto. Igual por supuesto, todavía son pocos los seres pensantes, quienes con felicidad, resuelven salirse del mundo para meterse en la magnitud de las maravillas. Más como consecuencia, reaparecen los conflictos sociales en las metrópolis, se presencian las luchas por lo banal, todas alborotadas en desorden y entonces como reacción opositora, sobresale este duende del cuento, dispuesto a darle ingenio a los alienados mentales.
Ante estas novedades, ahora claro y por cierto, se parece el minicuento más a un libertador que al rey de la antigüedad. Desde su identidad irónica y también de genialidad, pasa a convertirse este regenerado en un insurgente heroico. Evidentemente, su misterio embrujado, tiende a quitar la demencia de los hombres, para darle luz a sus mentes. De lleno, las verdades están en sus letras irisadas y las exactitudes residen en toda su creación contundente.    
Entre tanto, por estos tiempos de caos, aquí donde los pobres trabajan como esclavos, debe darse con inminencia a estos hombres, libros con historias breves, para que ellos lean en sus despachos esta literatura y también cuando están encerrados en sus casas, aparte de que repasen los minicuentos, durante las diferentes épocas de sus vidas. De hecho con estas lecturas, ellos cada vez más se ilustran junto a lo cultural, igual van desvelando este inframundo entre las narraciones ficcionales.
Y por supuesto, si los minicuentos son bien pensados, uno pasa a los soles surrealistas. Con intuición, se empiezan a ver los otros lados espejados donde moran los fantasmas. Por las obras leídas, se va creyendo en la realidad increíble, uno desvela de a poco con lo escritural, lo maravilloso. De por cierto, Violeta Rojo, plantea este ideal: El género del minicuento es entonces indiscutiblemente narrativo, sólo que se vincula simultáneamente con otros géneros, como la fábula, el poema en prosa, anécdotas y demás, aunque con ninguno de ellos se une en una total propiedad.
Ahora bien, lo propuesto por Violeta, parece tener una gran claridad. Ella expresa con certeza la concepción del minicuento. En esencia, muestra que este género es unívoco, que posee su propia composición. De hecho, una vez obrado en arte, se ilumina su creación en complejidad.
Y entre la fantasía, para los literatos, pasa este regenerado a ser de imaginarios perpetuos.    

Rusvelt Nivia Castellanos
Comunicador social y
periodista colombiano

SILBIDO DE ROMERÍA

Desde lo oriundo,
atesoro tus flamas de beatitud,
las guardo en las sinfonías,
por ellas, te confino a esta vigilia.

Urdes en los vaticinios.

Hacia lo rebosante,
te simpatizo como colombiana,
cuando me rindes los versículos;
eres tú, la dueña de nuestra querencia. 

Venerada en las faunas.
Suscitas letanías, redoblas benevolencias.
Munífica en las serranías.

Desde la antigüedad,
estás aplacando mis depresiones,
con tus barullos alcanzas a primorearlos todos,
por ello, te retengo en esta floresta.

Polinizas en las lealtades.

Hacia la profusión,  
me apeteces en medio de los líquenes,
cada vez que el plenilunio aurea; 
eres tú, la privilegiada de nuestro nidal.


Rusvelt Nivia Castellanos
Comunicador social y
artista colombiano

MADRE

Madre, hermoso ser que nos dio la vida,
vocablo sublime que el amor condensa,
su visión, ciñó rica aureola pura y densa,
Ella, dio de su saber, educación fluida.

La madre nos ofrece el amor que vivifica,
cuando la nostalgia nos invade con recelo,
si es preciso, implorando con piedad al cielo,
al Dios lúcido y divino, con el amor que fortifica.

Madre que de su alma, con dones y caricias,
haces que al hijo, en el mal el dolor descienda.
Al ofrendar con amor, su dulce y bella prenda,
enseñas a los hijos, que el afecto no desperdicias.

Madre, lejos de su lindura, no hallamos el descanso del sueño,
en la lucha diaria, sin sus consejos la esperanza falla,
y tristemente en la playa del destino, nuestra alma encalla,
queriendo alcanzar el logro imposible del empeño. 

José Nivia Montoya
Maestro de Matemáticas y
artista colombiano

LA POESÍA DE LA ETERNIDAD

En esencia; la poesía es creada por los espíritus sensibles, quienes con magia, inspiran lo profundo y también lo bello. A sincero deseo, ellos figuran cosmogonías en sus mentes para con el tiempo trascendido, plasmarlas en lo metafórico del arte con superioridad.
Desde lo inmemorial, bien los poetas del alma, han entramado sus versos hermosos en tablas de piedra así como en lienzos y sobre el papel. Por las diversas épocas del mundo, muchos genios, iluminaron ciertamente la vida con sus obras fantásticas. A lo virtuosos expresaron las creencias míticas, propagaron sus ilusiones asombrosas. Dedicados estos seres en espiritualidad, claro a través de los saberes suyos, consiguieron ensoñar la realidad. 
De repercusión, fue muy importante la inmensidad de imaginarios, que ellos como sabios, decantaron para nuestra humanidad, porque nos abrieron encantaciones al eternal.  
Más aún en el hodierno, los artistas y rapsodas, reaparecen en las cosmópolis para dar esperanzas a la noche, presentan sus composiciones de amor, radiándolas con dulzura a la gente, conciertan magnitudes de fascinación al porvenir. Por un nuevo vanguardismo, ellos se mueven en bien, tocan lo misterioso de la vida, diversas formas de innovación sobre lo universalista, promueven en sus odas con tal de elucubrar la revolución artística.
De concordancia, hay al día muchos creadores de poemarios, dedicados a la sincera evanescencia. Con probidad, logran armonizar lo estético en sus obras y por el aura de sus sentimientos con sus ideales, sorprenden regeneraciones de utopías. De hecho, ellos sobre lo etéreo, revelan los espectáculos del parnaso.                 
En tanto, cabe recitar que la poesía es inherente al ser sapiente y vidente. De por cierto claro, porque él intuye lo excepcional según como con su afinidad, trasfunde la poética en el lenguaje alegórico.     
Además de todo, tal como propone Octavio Paz: “El lenguaje es poesía en estado natural. Cada palabra o grupo de palabras es una metáfora. Y asimismo es un instrumento mágico, esto es algo susceptible de cambiarse en otra cosa y de trasmutar aquello que toca; la palabra pan, tocada por la palabra sol, se vuelve efectivamente un astro y el sol a su vez, se vuelve un alimento luminoso. La palabra es un símbolo que emite símbolos. El hombre es hombre gracias al lenguaje, gracias a la metáfora original que lo hizo otro ser nuevo y lo separó del mundo natural, el hombre es un ser que se ha creado así mismo al crear un lenguaje, por la palabra, el hombre es de sí mismo una metáfora”.
Así lo elucidado, por estos pensamientos, superlativo decir que el ser humano creativo es poesía. En trasfondo preciso, muy desde lo íntimo, dispuesto vibra él en armonías fabuladas. De hecho, nace de su propia libertad, la gesta poética, que versifica con fervor igual como la fusiona y prospera con lirismo, para después extasiarla en el arte y dejarla burilada en el poemario.
Ya bien con razón, precisó el maestro, Gastón Bachelard: “La palabra por sí misma del poeta habla. No es necesario haber vivido los sufrimientos del poeta para recibir la dicha hablada que ofrece su drama, la sublimación en su poesía, supera la psicología del alma terrestremente desgraciada, es un cimiento, la poesía tiene una felicidad, que le es propia, sea cual fuere el drama que descubre”.
Entonces por supuesto, los poetas de verdad viven todo un sacrificio comprometido, con la intención de superarse y columbrarse en las odas, ellos evidentemente perseveran sobre lo etéreo, sacralizan lo cósmico y dan hasta su amor por lo inmarcesible, los poetas son unos libertadores de la poesía.   

Rusvelt Nivia Castellanos
Comunicador social y
periodista colombiano

VIDA INMORTAL

Era de noche y no podía dormir. Sucedía, porque el nocturno de la melancolía estaba presionando a mi espíritu. El insomnio, vino a su marcha con horrenda depresión. Así que tuve que ir al fondo del universo.
Pasadas las horas, reaparecí en un espacio de exagerada vacuidad. Allá en estío, me vi con una sola desgana. La pesadez era muy fuerte. Se paseó luego la dolencia por mi carne, mientras surgía una sombra toda fantasmal, salía de un cementerio.
En ilación, ella vino fugazmente a mi presencia demacrada. Sola, era como una mujer negra. Yo desnudaba la podredumbre de su ánimo facial. La visión, claro que fue maléfica para mí. Saberla así de crápula; frente al otro espejo del mundo, me puso más que decaído. Por estos defectos, la existencia se me revolvió entre un grito desgarrador.
Sobre lo creciente, no podía soportar la emanación embrujadora suya. Era muy densa, provocaba pesadez. Sin embargo, ya conocía su energía. Cuando ella venía a mi claustro, podía percibirla con horror. Siempre que tenía ocasión, expandía todos sus fluidos por los vacíos para intentar asesinarme. Menos mal, yo la entreveía y conseguía huir de sus garras cegadoras.
Así que por lo tormentosa, yo tomé ayer la decisión de ir al fondo del abismo. Estuve por allá donde viven los otros seres inmortales. Todo estaba desequilibrado. Se reflejaba la miseria. Sólo había crueldad. Cuando al poco tiempo, yo la advertí a ella, vi correr su ser espiritual junto a su pobre lobreguez. Desde su posición agónica; se supo furiosa, apenas reconoció  mi cuerpo. Entonces, se me aproximó con furia y evocó unas maldiciones, luego trató de empujarme al vidrio de la perversión, quiso hacerlo con recelos.
Aunque lo luchó, no pudo conmigo. Por precavido, puse atención a su figura oscura. Para lo otro virtuoso; la esquivé a ella y de golpe cobré mi justa venganza, la quemé con mis manos, la purifiqué por su bien.
En cuanto volvió la madrugada, yo me despedí del mundo pecador.

Rusvelt Nivia Castellanos
Comunicador social y
artista colombiano

UNA NOCHE INVERNAL

Una noche de invierno en un país austral, fuerte de esos inviernos que nos azota el alma el mes de junio, resurgió bajo mis frazadas casi húmedas por la niebla que se extendía sobre mi lecho. Esa noche entre dormida y a veces casi despierta en un estado de letargo fantasmal; una torre de marfil hizo presencia en mi sueño, adornada con flores místicas. Y una estrella al norte que iluminaba una estrella angelical, pasó rauda frente a mí como si viera el alba de aquel día de invierno, fugaz como el instante que vivía.
La figura en su presencia espiritual, iluminaba en su alma hermosuras, sus ojos angelicales, llenos de ternura, ojos presentes suyos, me proyectaban a la juventud junto al enigmático recuerdo de mi padre en un estado celestial.
Yo sentí que la frente me besaba, la sensibilidad de sus labios fulgurantes, me hicieron recordar la ternura recibida, cuando aquella figura junto a mi madre, me decía; mi reina, mi chiquilla adorada. Con canciones de cuna, lo susurraba, no importaban las noches de invierno con niebla de locura, siempre el cántico de sus melodías, no me dejaba desvelar, suavemente yo me dormía.

De más después, su paso triunfante, sus caricias inmateriales, junto a mi lecho como una visión que deslumbra, me iluminó de consejos para mi bien futuro, que en vida preservaré siempre. Y yo como pintora de recuerdos, hacedora de imágenes infantiles, vi en el vestido luminoso, la figura paterna de idílica presencia. Sólo en la aurora celestial de aquella madrugada, todavía medio dormida, hice conciencia de que debía regresar a casa. Y asombrada, desperté abrazada al álbum familiar donde la foto de mi padre, yacía mojada en lágrimas, brillando con su rostro varonil.     

José Nivia Montoya
Maestro de Matemáticas y
artista colombiano

EL UNIVERSO DEL CUENTO

En principio; sobre todo, la creación del cuento es una invención compleja. El literato debe ser muy laborioso si desea realizar el escrito con perfección. Ciertamente, requiere esta composición artística de dedicación, hay que ser orfebres del lenguaje. Cuando narramos la anécdota, toca ponerle las palabras precisas a la historia. De a poco, cabe formar la significación sobre una propia surrealidad, para irle dando el imaginario explícito. Además conviene mostrar los acontecimientos de trascendencia con creatividad y pertinente sintetizar las descripciones superfluas, prefiriendo mantener así concienzudamente, lo comprensible. En tanto, por este sentido, la ficción irá saliendo bien.
De recíproca concordancia, importante es que lo relatado sea verosímil para desarrollar el equilibrio dramático con eficacia, que en sí, cada ocurrencia tenga coherencia durante toda la narración. Pues provocar este procedimiento, le da mayor uniformidad al cuento. En crescendo, siempre que haya cuidado lo escritural, seguirá surgiendo una obra sobresaliente. 
Ya respecto a la trama; corresponde principalmente idear un conflicto o por lo menos, debe plasmarse una situación impactante, generadora de asombros. De lo contrario, perderá fuerza la representación fantástica. A lo más posible, quedarán flojas y débiles las argumentaciones, vertidas en el papel. Así que mejor, poner momentos intrigantes o percances compulsivos, traumáticos, que generen emociones en el lector.
De por cierto, tal como dice, Gabriel García Márquez: “La intensidad y la unidad interna son esenciales en un cuento. Por lo mismo, cuando uno acaba de leer un cuento puede imaginarse lo que se le ocurra del antes y el después, y todo eso seguirá siendo parte de la materia y la magia de lo que se leyó en el cuento”.   
Así bien; para el escritor, lo más valeroso es tender una narración sugestiva, provista de pulsiones con historicidad. A ingenio, debe él contar los hechos de relevancia sobre genialidad. Y ahí, realzar a los protagonistas y desenvolverlos en una apropiada época. Conformemente a lo progresivo, ir compactando el drama. De acuerdo a como forma su creación; propio que encauce los personajes, perspicazmente particularizarlos en lo abstracto, trascendental que los encuentre a ellos y los implique en su dimensión, ya sea por medio de una eventualidad o una fantasía.   
En cuanto a lo próximo, cabe pensar el principio de conformidad con la urdimbre y el final revelado. Pues lo más propicio es hacerlo de manera minuciosa. De hecho le pertenece al cuentista, preocuparse por el juego de la temporalidad histórica. A lo escritural, hay que saber combinar toda la cuentística. Cada suscitación prosaica, toca definirla y fusionarla con los sucesos figurativos. Las cosas puestas, fijarlas con una juiciosa proposición. De por sí, que se conciba el cuento como un todo obrado.
A propósito, Julio Cortázar plantea: “Un cuento es significativo cuando quiebra sus propios límites con esa explosión de energía espiritual que ilumina bruscamente algo que va mucho más allá de la modesta anécdota que cuenta”.
Entonces a uno como literato, le concierne revisar el escrito durante varios días y noches para volverlo artístico. De consecuencia y por lo fraguado, quedará genial el cuento para el lector.

Rusvelt Nivia Castellanos
Comunicador social y
periodista colombiano

NUEVOS LITERATOS, NUEVAS LECTURAS

Realizar una reseña suele ser una tarea ardua. No es para nada sencillo, lograr expresar aquello que se ha sentido y reflexionado durante la lectura de una obra literaria. Además, la obra con letras mayúsculas, no sólo se caracteriza por estar bien escrita sino también porque nos deja pensando sobre el arte. En sí, cuando está bien inspirada, enciende nuestro ser y aparte de todo, moviliza nuestra concepción de mundo.
Es por ello que Animaciones efímeras es una obra, cuya lectura deja una profundidad ultraísta. Su forma es exuberante en luminiscencia. Hay un rebosamiento de visiones cuales sacraliza. Por eso los tiempos giran entre lo infinito. Y a trasfondo, la invención proyecta otra perspectiva posible, tal sobre la esencia del ser y su interacción con la vida diaria, que muchas veces sin darnos cuenta, adormece nuestros sentidos.
A seguimiento, con un vocabulario rico, metáforas y descripciones precisas va dando las pinceladas exactas para disfrutar de un cuento, que trasciende en la misma narración y traslada al lector, sin darse cuenta a otra realidad de vida.
Ya sugestivo, su título provoca curiosidad, ya su lectura suscita a la cosmogonía. Un hecho, que bien podría pasar por casual; unos mimos haciendo reír a niños y un final, que sorprende por su sencillez y a su vez por su sabiduría, promueve la verdadera filosofía.
 Esto bien, por semejanza, así lo entendió el jurado durante la cuarta Feria del Libro de Moreno, realizada en Buenos Aires, Argentina, quien otorgó el segundo premio literario a este nuevo cuentista, Rusvelt Nivia.
Entre otras expresiones, la lectura de grandes escritores como Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Alfonsina Storni, me permite descubrir a los noveles escritores, quienes prometen crear y resucitar la literatura con maestría.
  Porque claro; los relatores son demasiados y hasta sobran, mientras que los artistas escasean porque son únicos, geniales. Además en palabras de Borges: "En el caso del poeta, todo lo que le pasa es una especie de arcilla que tiene que transformar, que moldear en belleza, y así todas las cosas se justifican, y los males también". En tanto aquí es donde está el dilema, en la belleza, cual difícil es alcanzarla hasta su máxima purificación. Solos unos seres, se aproximan a ella, la privilegian.
Del cabo, leer es una cosa natural y escribir todo un cantar.

Patricia Iglesias
Especialista en bibliotecas y
poetisa argentina

LA DANZA DEL YAGÉ

El brujo de la tribu danzaba con la cara pintarrajeada, blandía sus utensilios silvestres que lo caracterizaban como amo y señor del baile del yagé. El Mama con su varita de mambiar se desplazaba en una orgía infinita por los laberintos espirituales, surcando la enmarañada selva, levitando sobre el dosel. Al consumo del bebedizo, aunado con su tribu, el Dios jaguar de ojos candentes que brillaban cual saetas en la oscuridad de la noche, dirigía el baile premonitorio del éxito.
La ofrenda a los dioses ancestrales, contra los invasores que habían cambiado su cultura, saqueado sus tierras y violado a sus mujeres, estaba por cumplirse. Pasaporte que el alma de la tribu en su psiquis profunda al son de los efectos del ritual, prodigaba un epílogo en el desafío a muerte, durante la marcha del mañana. Sólo esperaban la danza de la diosa serpiente, interpretada por la hija del cacique Aiwa, que al compás del tintineo de las semillas del árbol de chocho, fundiría su cuerpo en el baile del yagé, reptando con la inmensa pitón que recorría su ser.
La ceremonia estaba por concluirse. De la espesura, se escuchó el tropel de mil demonios que al tartamudeo de las ametralladoras silenciaron al Dios jaguar en compañía de sus súbditos. Sólo unos pudieron escapar. Los otros, no tuvieron tiempo de ver el amanecer del festejo de la serpiente. Cuerpos diseminados por las malocas hechos jirones, naufragaban en su propia sangre. Los capturados fueron torturados y obligados a confesar lo inconfesable, luego arrojados como presea a sus dioses en el río de las pirañas, sin el ajuar de sus ancestros.
El fin llegó. Era evidente que las milicias del estado habían descubierto la futura minga de los Aiwa.

José Nivia Montoya
Maestro de Matemáticas y
artista colombiano

LA ESCRITURA ARTÍSTICA

En hombre y mujer, nace primigeniamente la querencia por trazar escritura. A medida que uno prende sus sensoriales busca expresarse en emociones o videncias. La literatura la ingeniamos entonces en lo intimista. Como forma de creación, proviene de nosotros en voz silenciosa y vamos soltándola al lienzo, posándola con palabras que traman oraciones, cuales asemejan nuestros pensamientos, figurados en naturaleza de universos, que inferimos desde nuestra experiencia para después obrarlos en la prosodia sacralizada.
Consecuente con la erudición, hacer un escrito artístico es vislumbrar la surealidad. Uno va más allá de lo meramente eventual. Muchas veces, se alcanza a fundir esta vida con la expectación increíble. Podemos complementar aquí abstracciones como fantasías, creídas en asombro. Esto lo cual, nos permite innovar alegorías para el cambio del mundo, además nos inspira a imaginar lo desconocido.
En lo holista, escribir es un proeza mágica. Entre las composiciones aparece cualquier urdimbre fascinante. Esta actividad con letras; así nos divierte a lo grande, expande nuestra mentalidad, nos ilustra sobre las diversas culturas. Uno de a poco empieza a compenetrarse con lo histórico y la fantasmagoría.   
Por tanto, hay encuentro con el intelecto al ser escritor. Deviene en la mayoría de ellos, un buscarse sobre los dilemas y misterios supremos, que percatan. Con avidez, leen y releen libros por efecto enteros; incluso hasta estudian bibliotecas a la vez que meditan sus creencias para ya con disposición; tomar la pluma y solos decidirse a narrar lo inspirado, tramas  de ficción.  
Porque cierto, tal como dice Gabriel Arturo Castro: “La escritura produjo de algún modo la liberación de la palabra, y los textos están destinados a ser fijados por la memoria de la humanidad, ya que las emociones se hacen estéticas a través de la reflexión, la perfección y la producción de ciertos ritos, valores e imágenes del mundo interior y exterior”.
De modo tal que para el ser humano, ella es superlativa. Su desenvolvimiento, que ha tenido durante los siglos, nos sirve ahora para mejor reconocernos, para ser más fervientes, tal es su esplendor. Con la poesía, por cierto, podemos desahogar nuestros sentimientos, darle igual consuelo a los decepcionados, una visión profunda extasiar, las fragancias ahí encantamos. En el cuento, ya como género pulcro, abrimos múltiples dramas, tendiendo a ser infinitas por el narrador. Aunque claro, hay unos órdenes especiales para sobresaltar con eficacia eso que revelamos. Y sólo se intuye su complejidad, cuando uno estudia las obras maestras, demás si son dedicados periodos de soledad a idear lo impensado. Por supuesto, con tal intención, pretendiendo ser creativos sobre lo contado. De crescendo, pasando a la novela, creo es la conjugación de muchas historias, que permite explayarnos en libertades. Ella nos da mucha acogida a nuestra creatividad. Uno si gusta de poner varios personajes protagónicos, dicho género nos lo permite y por tanto, se puede entramar hasta el mismo mundo, tal como lo hizo Miguel de Cervantes con El Quijote. 
   Y en fin; la escritura en esencia es fantasía, más las incontables alegorías inusitadas, cuyos misterios iremos vislumbrando con la máquina de Wells. Avanzadamente, porque nuestro deber ser es erguirnos como una humanidad realmente letrada. Hacia allá habremos de elevarnos por medio de esta emancipación artística y junto a las demás invenciones cultas, si dedicados esforzamos la moral ilustración. 
De hecho, tal como anuncia Ernesto Sábato: “Les pido que nos detengamos a pensar en la grandeza a la que todavía podemos aspirar si nos atrevemos a valorar de otra manera la vida. Nos pido ese coraje que nos sitúa en la verdadera dimensión del hombre. Todos, una y otra vez, nos doblegamos. Pero hay algo que no falla y es la convicción de que únicamente los valores del espíritu nos pueden salvar de este terremoto que amenaza la condición humana”. 
Así que es hora de resucitar en conocimiento y en obrar literario. Debemos luchar por la realización de una mente lúcida, versada en poetas como en filósofos espiritualistas. Ya para con madurez, poder completar escritos sobresalientes de arte o de cosmogonía. A tal caso, bien por el saber, razona Immanuel Kant: “Nadie puede decirse prácticamente versado en una ciencia y a la vez despreciar la teoría, pues así mostraría simplemente que es un ignorante en su oficio. Entre tanto, no puede avanzar más que la teoría, mediante ensayos y experiencias hechas a tientas, sin reunir ciertos principios y sin haber pensado su tarea como un todo, que propiamente constituyen lo que se llama teoría”. De acuerdo con este maestro, lo propicio viene a ser estudiosos, nosotros repasar mucha teoría literaria, volver a la lectura de poemarios, libros de cuentos, remirar las novelas clásicas para ir forjando una conciencia pulcra.
Entonces despejados, por esta corriente, los letristas iremos promoviendo renovaciones del pensamiento, propiciadas mediante apólogos impactantes, que sirvan de trasmutación al ser humano, quien es lector, con tal luego entre nuestros pueblos, ir columbrando esa maravillosa tan anhelada por los sabios, la revolución artística.        
Rusvelt Nivia Castellanos
Comunicador social y
periodista colombiano

      

LA AVALANCHA NO PUDO Y SÍ LA CORRUPCIÓN

La corrupción no da tregua. En nuestro departamento del Tolima, rico en flora, fauna y minerales, hace más de treinta años se creó el serpentario de Armero, existiendo en esa época un convenio con la Universidad Nacional para sintetizar suero antiofídico. Y pueden creer que de la avalancha que borró a Armero del mapa, milagrosamente este se salvó. Pero no para la actual administración de la alcaldía de Armero –Guayabal. Después de la avalancha el serpentario fue manejado con un desgreño administrativo impresionante, como toda cosa pública.
Al ver esta situación un egresado de la universidad del Tolima cuyo conocimiento en esta disciplina es altamente calificada, pactó con el municipio un programa. Como sus recursos eran precarios, puso a funcionar un bus adaptado para exhibir las diferentes especies de ofidios existentes, con consentimiento de la alcaldía. El bus recorrió parte del territorio nacional y a la vez se iba creando un documental, con el producido de las entradas se sostenía el serpentario, cuya sede seguía en el sitio donde fue fundado.
El programa marchaba viento en popa, pero al señor alcalde de Armero-Guayabal, supuestamente se le vino la idea que quienes se habían hecho cargo del serpentario, se estaban superenriqueciendo, e inmediatamente pidió su coima para poder seguir con el convenio.
Indignados los autores del programa, personas de reconocida reputación y honestidad, prefirieron trasladar, hace aproximadamente seis meses el serpentario a la vereda de Rioancho corregimiento de Palomino, municipio de Dibuya, departamento de la Guajira, bajo el cuidado de Carlos Fernández, conocido en la región cariñósamente como “Cayito”, quién a la vez ha recolectado otras especies, entre las que sobresale un caimán albino.                                                                    
José Roosevelt Nivia
Maestro de Matemáticas y
artista colombiano